La vuelta

Tras unos días de descanso tras la intensa Feria del libro infantil de Bolonia, os traigo un resumen de cómo fue, las conclusiones que he sacado y, con suerte, daros alguna pista a los que todavía no os habéis animado a ir pero lo tenéis pendiente.

Lo primero que debéis tener muy claro es que se trata de una Feria 100% comercial. Todo el que va a la Feria, va con intención de comprar o vender algo, sean derechos de libros ya publicados, sea tu propio trabajo.

Así pues, se trata de un lugar muy grande, donde caben todas las editoriales y otras empresas del sector, a nivel mundial. Sed conscientes de ello, en ocasiones podéis sentiros exhaustos por un exceso de información.

Este año se celebraban los 150 años de la publicación de «Alicia en el Pais de las Maravillas» y así es como recibían a todos los visitantes. Una alfombra para llevársela a casa, ¿verdad?

La imagen más típica y pintoresca de la Feria es su Muro para ilustradores. Allí, todo el que quiera, ó pueda, tiene un espacio donde colocar su contacto o promoción. ¿Es útil? Lo dudo, pero hace cierta ilusión la primera vez y nunca se sabe quién puede coger esa tarjeta, aunque dudo que editores y directores de arte, después de 10 horas de reuniones y negocios vayan a andar buscando un talento perdido. ¿Lo recomiendo? Bueno, es una forma de forzarte a ti mismo a tener un buen material promocional, y eso siempre está bien, creo yo. Así que, ¿qué mejor ocasión?

En  mi caso, todas las tarjetas volaron. ¿Es significativo? No lo creo, la gente curiosea y coge todo lo que le llama la atención. Ojalá dentro de un tiempo pueda decir lo contrario, pero hay que asumir que la inversión en estas cosas no otorga ganancias inmediatas 😉

Como ya he dicho, es una feria comercial, así que lo ideal es ir con citas concertadas previamente con las editoriales. Y con «previamente» me refiero a meses de antelación. Ahora bien, si sólo vais a ofreceros como ilustradores, es decir, a mostras vuestro portafolio, lo más seguro es que no os den cita.

La cosa cambia cuando lleváis un proyecto mínimamente acabado. En ese punto, lo más normal es que si dais con la editorial adecuada para esa maqueta, os atiendas con los brazos abiertos. Incluso sin cita previa.

Aquí llegamos a ¿Qué pasa si voy a la Feria sin citas concertadas? ¿Me doy media vuelta? No amiguitos,  habéis pagado una entrada, un viaje, un alojamiento y unas dietas para algo. ¡Hay que sacar algo! Y aquí es donde empiezan el desgaste y los nervios jajaja

Lo ideal es llegar el primer día de feria, lo antes posible. A esa hora, la gente está contenta, descansada y os atenderán de la mejor forma. No en todos sitios atienden a ilustradores, pero tenéis que preguntar. En muchos sitios os harán un hueco para ver al Director de Arte y en otros, se formarán colas, sin más…te unes a ella, y..¡conga!

Importante: llevar el inglés un poco fluido. Lo más normal es que deis con editoriales extranjeras o de habla no inglesa. Procurad, si sólo lleváis portafolio, que éste no sea descomunal. Lo más probable es que prefieran ver cómo queda tu trabajo impreso, que no admirar tus dotes artísticas cuando eres el ilustrador 1.000.000. Pero esto depende del trabajo que hagáis y la editorial a la que se lo ofrezcáis.

Aquí llegamos al punto que creo fundamental. Elige bien a quién ofreces tu trabajo. Desde luego, procura llevar un portafolio específico para cada cosa o registro que tengas. NO mezcles todo, porque puedes confundir. Y sobretodo, sobretodo, ve a las editoriales donde veas que ese trabajo puede encajar.

Es decir, por ejemplo, si trabajas con acuarelas no vayas a un editor que sólo tiene libros con ilustración vectorial. No porque no vaya a gustarle, pero simplemente tu trabajo no encajará. Esto te librará de muchas decepciones y te ahorrarás la energía y la ilusión que necesitas para las que sí encajan con tu trabajo.

Poco más… En resumidas cuentas: Ir con un proyecto en la mano. Portafolio coherente, si hace falta tener varios. No desanimarse y sobretodo, y lo más importante, empaparse de todo lo que se cuece y se mueve en este mundillo tan bonito.

¡Hasta la próxima!