Dulce rutina

Llegó Septiembre y con él se fue Agosto. ¡Menuda obviedad! Pero es tan cierto como que se acabó el verano y, por lo tanto, toca volver al trabajo, a la «Dulce rutina».

Soy ilustradora, o eso intento, y quizás al ser una persona creativa, debiera entender el trabajo como algo muy alejado de la rutina… algo que se confunde con el ocio.

Nada más lejos de la realidad. Soy una persona demasiado cuadriculada en lo que al trabajo se refiere, y eso en ocasiones puede ser bueno, y en otras, sin embargo, puede ser de lo más improductivo y frustrante.

Así pues, hoy he pensado que quería enseñaros mi lugar de trabajo, donde paso gran parte del día y que, supongo, refleja quién soy y cómo trabajo.

Para empezar, estaría bien decir que éste es mi estudio hoy, por lo que puede cambiar en semanas, días u horas. Necesito cambiar mi entorno de vez en cuando. Así que, como veis, estoy en una etapa un tanto………….. «colorista».

Me parecía interesante hablar del lugar de trabajo ahora que toca retomarlo porque, para mí, es fundamental contar con uno. En esta profesión puede resultar muy sencillo convencerse a uno mismo de que puedes hacer unos «bocetillos» en el sofá mientras ves una peli… Y la verdad, admiro a la gente que consigue eso. Pero en cambio yo, necesito tener un sitio donde sé que voy a concentrarme, que una vez acabe lo que estoy haciendo, voy a poder cerrar la puerta y olvidarme de ello hasta el día siguiente. Hablo en todo momento del supuesto de tener el estudio en casa.  y quizás no es necesaria una habitación entera, pero un rincón, un sitio que sólo asocies con el trabajo te permite evadirte del entorno, por lo menos así es mi caso.

Como he dicho cambio mil veces las cosas de sitio, cambio objetos…pero al final, he llegado a mi escritorio perfecto. Lo he hecho yo y son 4 muebles de cocina de Ikea, y un tablero de OSB. Perfecto para esparcir todas las hojas y cosas que quiera por encima.

Obviamente, mi estudio soy yo… y como veréis, está repleto de tonterías, muñecos y elementos sin sentido alguno, pero es que ésa debo ser yo!

Me gusta coleccionar muñecos, aquí sólo se puede ver una pequeñísima parte de los que tengo, pero me aportan siempre inspiración, me retrotraen a mi infancia quizás, y eso me ayuda en el trabajo del día a día. También me ayuda mucho tener un tablero en el que colgar cosas que me gustan, que me mueven algo. Hoy está vacío, pero en unos días lucirá más pintón…

Obviamente, no sólo colecciono muñecos, si no libros infantiles… Aquí nuevamente se ve una pequeña muestra, donde se pueden ver maravillas de Marc Boutavant, Marta Altés, Oliver Jeffers, Carter Goodrich, Benjamin Chaud..

Ahora con la vuelta a la rutina es importante volver a llenarse la cabeza con joyas así. Te reconcilian con la profesión.

Pero al final, amigos, contra el que te tienes que enfrentar es contra el escritorio, temida bestia.

A mi me funciona, y espero que os ayude, tener siempre a mano una libretilla, un planning semanal y hojas, muchas hojas. Suelo empezar el día escribiendo en la libreta todo aquello que he de hacer. Muchas veces tengo varias listas… una para objetivos anuales, una para los mensuales, semanales… y finalmente la de cada día.

Antes de encender el ordenador procuro ordenar la cabeza y soltar todo lo q tengo en esa lista… Después procuro darle un espacio a cada cosa, si es posible, en el planning. Y así, vivo más tranquila, aunque puede ser muy cuadriculado y a veces el tiempo no acompaña al trabajo creativo… hay que buscar el equilibrio. Estamos trabajando en ello.

Otra cosa que me ayuda es tener todos los proyectos que tengo en marcha a la vista, en la pared. En este punto no sé explicaros el por qué pero supongo que se trata de motivación o algo parecido..

Hay otras formas de retomar la actividad con ganas, según mi opinión siempre. Tenéis infinidad de cursos, más o menos cortos, de más o menos «categoría… pero para el punto en el que estamos, creo que los cursos online de los que disponemos hoy en día son una opción maravillosa para quitarnos óxido de encima y, de paso, asistir a clases de grandes profesionales que, seguramente, de otra forma no podríamos.

Entre mis sitios favoritos está Skillshare, donde por una suscripción anual tenéis acceso ilimitado a todos los cursos que queráis y, creedme, podéis fundir el ordenador si queréis… Otra página increíble es Schoolism, no es quizás tan barato, pero el plantel de profesores es tan impresionante que no os importará gastaros un poco más para aprender, de verdad, de los mejores. Si lo vuestro no es el inglés, siempre podéis optar por los cursos de Domestika, que me parecen baratos y maravillosos.

Así que si después de inspiraros, de planificaros y de generaros motivación no sabéis cómo retomar de nuevo la rutina… Os quedará la salida de emergencia, y no os confiéis, la piscina está lejos…